domingo, 1 de junio de 2014

Productos que no volvería a comprar

No me gustan nada los blogs en los que todo es maravilloso, todo les gusta, todo les va bien...porque no me los acabo de creer. 
Prefiero aquellos que muestran qué les funciona y qué no, porque me aportan mucho más. Los veos más completos y reales.
Yo ya os he dicho varias veces productos que no me convencen o con los que no repetiría, y hoy voy a dedicar una entrada a aquellos productos que no volvería a comprar. 

BROCHA #187 de MAC
La famosa mofeta.
Sí.
Quizás os parezca una locura, pero no volvería a comprarla.
Bien es cierto que la compré hace bastante tiempo, unos 5 años (cuando podía gastarme ese dinero en una brocha) y a precio USA, por lo que me siento menos "culpable" o me hace menos duelo.
Y al principio la usé bastante, pero poco a poco la he ido dejando de lado.
Si tenía que maquillarme fuera de casa, no la metía nunca en el neceser porque me daba miedo perderla, lo mismo cuando iba de viaje. Y al final la usa cada vez menos.
Reconozco que es cosa mía y que la brocha es genial, pero tampoco he conseguido nada espectacular que no haya conseguido con otras herramientas.

  • Para aplicar la base tipo aerógrafo (a toquecitos en vez de "barriendo" funciona, pero no acaba de resultarme cómoda ni me convence el resultado. 
  • Para mis coloretes más pigmentados, pero casi siempre prefería usar la  copiabarata de Coastal Scents.
  • También la utilizaba para fundir el maquillaje con el corrector y el colorete en crema, pero como he dicho antes, puede hacerse con otras brochas (ahora prefiero la Expert face Brush de RealTechniques o la Beauty Blender)
En conclusión, es una brocha buenísima, pero no creo que en mis manos no profesionales sea imprescindible. Por eso, no la volvería a comprar.

PIGMENTOS 
Ahora es cuando os queda claro que sí, que estoy loca. 
Tengo bastantes y los uso muy poquito, es por eso que no volvería a invertir gastar mi dinero en ellos.
Hay tonos preciosos y me quedo embobada mirándolos en el tarrito, pero los utilizo muy poquito porque no son tan cómodos como las sombras.
Creo que salvo un par que compré a medias en mis tiempos de forera, los demás son muestras que me daban en el stand de ECI de Zaragoza y tarritos de sets de ediciones de navidad que me han regalado.

Mis favoritos son blonde's gold, antique gold, museum bronze...

Pero confieso que las pocas veces que paso por el stand no puedo evitar echarles un ojo y cuando me entero (rara vez) de que van a aparecer en una nueva colección me llaman la atención.

SOMBRAS DE COLORES
Nuevamente, me "disculpo" diciendo que muy poquitas las he comprado de forma individual. 
(En la imagen aparecen las sombras que menos uso y pigmentos prensados).
La mayoría son de quads de colecciones de MAC o de paletas de Urban Decay.
De vez en cuando me gusta utilizar colorines, pero no soy una gran amante de las sombras papagayo, por eso, hace tiempo me prometí no comprar ni una sola sombra más y lo he conseguido.

Si empezara a día de hoy en el mundo de las compras de maquillaje, apostaría por paletas de neutros y el calmaría los deseos de colorines con alguna paleta bonita y económica de Sleek, Nabla, Inglot que puedes construir a tu gusto. 

MULTIPLES
Otro de los productos elevados a los altares en el mundo blogger y de youtube, especialmente los de NARS.
Pues bien, ahí están Portofino, Riviera y Copacabana. Llevan varios años conmigo y los he usado muy poco.
El problemas es que por muy "múltiples" que sean, yo solo los utilizo como colorete y me resulta más sencillo tirar de uno en polvo que de uno en crema. Y eso que se funden de maravilla con la piel. Tanto con los dedos como con la beauty blender, la mofeta o la face expert de RT.
Sí que los uso mucho en los viajes, ya que aunque os pueda parecer un sacrilegio, corté una rodajita de cada uno y los tengo en botecitos en el neceser de viaje. 
(También he regalado varias muestras.)

Conclusión:  hubo un tiempo que gastaba dinero en maquillaje (ahora sólo repongo base, corrector, rimmel y poco más) y me llamaban la atención ciertos productos que más tarde me he dado cuenta que no necesitaba o que eran "demasiado" para mí.

Afortunadamente aprendí la lección y fui estricta conmigo misma y no me dejé llevar por las compras impulsivas nunca más. 
Sobreviví a los deseos de los pintauñas de OPI o Deborah Lippmann, de aparatitos de limpieza facial, pestañas postizas que rara vez utilizaría...en fin, que descubrí que se puede vivir sin tantos productos y además al contar con menos recursos me volví más creativa y crítica.

Siento haberos soltado un rollazo que además no sigue lo mainstream de muchos otros blogs, pero quería sincerarme. 
Por eso os he mostrado aquellos productos que apenas utilizo y no volvería a comprar y con cómo me siento, lejos de la línea consumista dentro del mundo de los blogs de belleza.